El Báculo de la Luz Silente fue creado por Merlín tras sus encuentros con la Gran Raza de Yith, quienes usurparon el cuerpo de uno de sus aliados más cercanos para instruirlo en los secretos de los Horrores Cósmicos. El báculo está hecho de roble inglés encantado, tallado con símbolos imposibles de descifrar a simple vista, y en su núcleo duerme un fragmento de una estrella extinta.
Su propósito era uno solo: enfrentar y contener al Horror Cósmico conocido como La Obscuridad sin Nombre. El báculo era luz en su forma más pura, una luz que no quemaba ni cegaba, sino que hacía retroceder la nada, la entropía viva. Era un faro contra el olvido.
Aunque Merlín lo forjó con sus propias manos, los esquemas y estructuras del báculo fueron transmitidos telepáticamente por la Raza de Yith, en uno de sus raros intentos de colaboración con los humanos. Aún se debate si Merlín sabía que su aprendiz estaba siendo usurpado mientras recibía estas visiones. Algunos creen que el báculo podría contener fragmentos del conocimiento de toda una civilización futura.
Ubicación: #
Su paradero es desconocido. La última mención del báculo en el Necronomicón lo ubica en manos de un antiguo mago sin nombre que viajó a través de los sueños, intentando sellar un portal en las ruinas de la Biblioteca de Pnakotus. Desde entonces, nadie ha podido recuperarlo.