Seraphin Malarkov, Ministro de Magia, anuncia su renuncia voluntaria e inmediata, alegando que «estos tiempos requieren algo que él no puede ofrecer». Sin embargo, fuentes internas indican que su dimisión fue forzada debido a presiones políticas y la crisis creciente. En ausencia de un líder, el Wizengamot ha asumido el control provisional del Ministerio y ha iniciado los preparativos para un proceso electoral.