Cuando los Apóstoles de la Magia enfrentaron cada uno de ellos a los Horrores Cósmicos, las noticias no corrían como pólvora, pero los efectos se notaron. Los rumores no tardaron en esparcirse, tanto en el mundo muggle como en el mágico.
En el mundo mágico diversas leyendas quedaron escondidas en polvosas librerías y en lejanos pueblos. Cada Horror Cósmico y cada Apóstol de la Magia tiene su lista de rumores, verdades y mentiras que le acompaña.
Los historiadores más viejos, los que han viajado por el mundo o tienen miles de contactos conocen algunas:
Se cuenta que el necronomicon se creó a sí mismo. Un nigromante experimentado, Abdul Alhazred, guiado por una fuerza más allá de su comprensión, convocó las magias más terribles que le pidieron canalizar su magia para la creación de éste objeto. Abdul no sabía lo que saldría de él, pero aceptó crearlo por curiosidad y por ambición. Jamás se le volvió a ver, pero en su biblioteca, solamente se encontró el libro.
El libro fue encontrado por dos niños curiosos que pretendían robar el hogar de Abdul, pero encontraron el libro. Lo tomaron y se lo llevaron a su padre, Ulises Gamp. Éste inmediatamente sintió la locura emanar del libro y lo guardó bajo llave en el sótano de su residencia. Sin embargo, sus dos hijos, Ulick y Uriah, seguían sintiendo curiosidad por el libro, lo que los llevó a abrir ocasionalmente la cerradura (sabían perfectamente los escondites de su padre) y comenzar a descubrir sus secretos.
Pronto los niños se dieron cuenta que no estaban preparados para lo que ahí aguardaba, así que se prometieron no abrirlo, pero con lo que sabían, comenzar a investigar. Así fue como los ambos niños, de 11 y 12 años comenzaron su travesía escolar, siempre curiosos, siempre haciendo preguntas inteligentes a sus profesores que les auguraron un futuro extraordinario, hasta finalmente graduarse de Hogwarts con honores.
Uriah, que era el mayor, aprovechó el último año de su hermano para adentrarse en los secretos del libro y aprendió muchas cosas. La Magia Arcana fue uno de ellos, sin embargo, Uriah no se daba cuenta de que cuánto más leía y más practicaba la Magia Arcana algo cambiaba en él, hasta que su padre lo encontró tan cambiado que le exigió respuestas.
Ulises Gamp entonces encerró a su hijo, para alejarlo de la influencia del libro, pero no se deshizo del libro. ¿Fue curiosidad o también ambición? Ulises se convenció de que era porque quería revertir lo que su hijo había sufrido. La transformación física de su hijo le atemorizaba, su cabello, antaño rizado y negro había comenzado a cambiar a color blanco, y comenzar a caerse, su piel de un bello color azabache, había perdido su brillo, y sus ojos comenzaban a parecer velados como los de un ciego.
Cuando Ulick se graduó y llegó a casa para encontrarse con ese escenario. Uriah le contó a Ulick todo lo que descubrió del libro, y las cosas horribles que podían pasar. Sin embargo, le pidió que él no siguiera leyendo el libro, que él ya estaba perdido por su imprudencia, y que como su hermano, le ayudaría a leer el libro y comunicarle lo más importante, para que él no tuviera que pasar por lo mismo.
Ulick se tomó en serio todo lo que su hermano le expresaba, todos los horrores que se desatarían y tomó cartas en el asunto. Como su inteligencia era privilegiada, comenzó a volverse una especie de eminencia entre los magos, lo que le llevó a formar parte del Concilio de Magos, y luego volverse miembro del Wizengamot.
Su popularidad, carisma y talento para la magia le ganó el puesto de Ministerio de Magia, donde calmó a la comunidad mágica asustada por el nuevo Estatuto Internacional del Secreto. También prohibió el uso de las maldiciones imperio, cruciatus y avada kedavra, como una manera de alejar el mal de los Horrores Cósmicos y la energía negativa que estas podían provocar.
Llevó el Necronomicon al Ministerio de Magia, y fue él quién fundó la tradición de pasarlo de Ministro a Ministro.